La vida consagrada femenina es una forma de vida en la Iglesia Católica en la que mujeres, llamadas religiosas o hermanas, se entregan totalmente a Dios a través de los votos de pobreza, castidad y obediencia. Viven en comunidades religiosas y dedican sus vidas a la oración, el servicio a los demás y el testimonio del Evangelio.

Existen muchos tipos diferentes de vida consagrada femenina, cada uno con su propio carisma y misión. Algunas religiosas viven en monasterios de clausura, dedicadas a la oración y la contemplación, mientras que otras trabajan en hospitales, escuelas, parroquias o misiones, sirviendo a los más necesitados. También hay religiosas que se dedican a la vida contemplativa en el mundo, viviendo en sus propias casas y combinando la oración con el trabajo y la vida familiar.

La vocación a la vida consagrada es un llamado personal de Dios. Algunas mujeres sienten este llamado desde muy jóvenes, mientras que otras lo descubren más tarde en la vida. Es importante discernir este llamado con la ayuda de un director espiritual y visitar diferentes comunidades religiosas para conocer su estilo de vida y su carisma.

Para nuestra comunidad las etapas de formación son las siguientes:

- Aspirantado

- Postulantado

- Noviciado

- Juniorado